01 Dic ARQUITECTURA E ILUMINACIÓN: FUNDAMENTOS Y CONSEJOS
ARQUITECTURA E ILUMINACIÓN: FUNDAMENTOS Y CONSEJOS
Una de las primeras cosas en las que un decorador de interiores piensa cuando se enfrenta a un proyecto nuevo es la iluminación del mismo. La luz natural, o la ausencia de esta, será un factor determinante a la hora de elegir elementos tan importantes como los colores de la pared o el estilo y la cantidad de los muebles. También dependiendo del tipo de uso que se vaya a hacer de cada habitación habrá que decantarse por uno u otro tipo de luz artificial. Hablar de iluminación no es solo hablar de lámparas y de diseño, también es hacerlo de temperatura de color o de capas de luz.
La temperatura de color se refiere al tipo de ambiente, cálido o frío, que queremos crear en cada espacio, mientras que las capas de luz nos habla más del tipo de iluminación que buscamos, y que puede combinarse en cada habitación: desde la iluminación general, hasta la de foco, utilizada para resaltar aspectos decorativos muy determinados, por ejemplo un cuadro o una vitrina, pasando por la iluminación focalizada, la que nos daría un flexo, o por la luz de ambiente.
Si bien es cierto que para gustos los colores -y también las luces- hay algunas claves de iluminación que, desde nuestro despacho de arquitectura en Sitges, siempre tratamos de tener en cuenta cuando abordamos la renovación o decoración de viviendas. Ideas básicas que nos ayudarán a crear ambientes donde nos sintamos a gusto y que se amolden a las necesidades de cada espacio.
Comedor
El comedor, tal y como su nombre indica, es el lugar en el que nos reunimos a comer y celebrar. Por eso la luz debe crear un ambiente cálido y confortable. Nuestra recomendación es utilizar lámparas suspendidas a sobre la mesa, tanto si es solo una luminaria, como si son varias, en la misma o en diferentes alturas. Las lámparas que cuelgan sobre la mesa del comedor no solo consiguen un efecto cálido sobre los comensales, también en toda la habitación, creando misterio con un toque de glamour.
Salón
El salón es un espacio multiusos en el que lo mismo descansamos viendo una película en el sofá como recibimos visitas. Por eso para cada actividad es necesario un tipo de luz. Importa mucho la estética, pero también que la iluminación sea práctica. Estamos muy acostumbrados a que los salones estén presididos por enormes lámparas de techo, pero muchas luces indirectas pueden crear un efecto más cálido y reconfortante. Las lámparas de pared que direccionan su luz hacia arriba consiguen que los techos se vean más altos de lo que realmente son.
Cocina
La cocina es una zona de trabajo y por tanto la iluminación debe ser limpia para que veamos bien y no corramos el riesgo de sufrir pequeños accidentes caseros. Los expertos recomiendan utilizar luces empotradas en el techo, que eviten las sombras y que amplifiquen los puntos de luz, evitando que se reduzca a uno solo, como pasaría si solo instaláramos una luminaria. Las luces colocadas bajo los muebles, que iluminan la zona de la encimera, nos dejan ver con claridad cuando estamos manipulando los alimentos.
Dormitorio
Al igual que ocurre en el salón, en el dormitorio realizamos diferentes actividades que requieren diversos puntos de luz. Lo que es importante es poder crear ambientes prácticos y relajantes siempre que lo deseemos, por lo que si colocamos una lámpara de pared o en la mesilla, lo ideal es que no solo nos permita leer sin forzar la vista cuando estemos en la cama, sino que también pueda atenuarse, o simplemente girarse para que enfoque a otro lado, cuando queremos crear un ambiente más íntimo.
Otra parte a tener en cuenta es la zona del armario. Las lámparas de techo suelen iluminar la habitación de una manera general, pero cuando queremos acceder a la ropa del mueble no siempre distinguimos con claridad los colores. Una idea es poner luces en el propio armario, aunque con asegurarnos de que una luz exterior ilumina sin hacer sombras la zona de vestidor será más que suficiente.
Baño
A la hora de iluminar el baño hay dos puntos de luz que no pueden faltar. El primero en el techo dará una iluminación general a la habitación. Como en la cocina, si distribuimos esa luz general en distintos puntos de luz, nos aseguraremos de que todas las zonas, incluida la de la ducha, está iluminada.
El segundo punto gira en torno al espejo. Ya sabemos lo importante que es iluminar esta parte del cuarto de baño. La mejor manera de hacerlo es desde la parte superior o por los lados. De esta forma se evita que la luz nos haga sombras a la hora de maquillarnos o afeitarnos.
Fuente del texto: Homify