Este proyecto arquitectónico implicó la renovación y rehabilitación de un edificio descuidado de 150 años de antigüedad, transformándolo en una oficina moderna y residencia para un joven profesional. El objetivo era preservar el carácter original del edificio mientras se le daba un nuevo propósito, fusionando el diseño contemporáneo con elementos históricos. La planta baja, visiblemente alterada a lo largo de los años, requirió la cuidadosa eliminación de múltiples capas de materiales para descubrir y restaurar la estructura original del edificio.
Rehabilitación en un edificio catalogado | Sitges
El espacio se dividió en dos áreas distintas. La oficina, ubicada en la parte pública del inmueble, sirve como un entorno de trabajo funcional, separado de la sección residencial privada por un pasillo. Este diseño garantiza privacidad mientras mantiene una sensación de amplitud y luminosidad. La parte residencial, que se abre a un patio interior, cuenta con una cocina y un comedor de plano abierto diseñados para la vida moderna. Un gran monolito funcional divide las áreas de estar y de descanso, albergando soluciones de almacenamiento como armarios y electrodomésticos integrados, como una nevera de vinos y un congelador.
El diseño incluye una cómoda sala de estar con una gran ventana de tres paneles que se abre directamente al patio, creando una fluida conexión entre los espacios interiores y exteriores. El suelo de todo el espacio combina azulejos y gravilla, lo que ayuda a definir y diferenciar cada área, mientras mejora la estética general. La residencia también incluye un baño completamente equipado, ofreciendo tanto estilo como funcionalidad.
Este proyecto ejemplifica cómo fusionamos la arquitectura moderna con la preservación histórica, creando un espacio habitable flexible y único que honra el pasado mientras satisface las necesidades de la vida contemporánea.
