Cocinas abiertas: ventajas y consejos

Una cocina abierta con comedor favorece la funcionalidad, comunicación, luminosidad y amplitud espacial. Además, le sacarás mucho partido, tanto en el día a día, como en reuniones con amigos y familia. Libérate de tabiques que corten el buen ambiente. Las cocinas de planta abierta son ya las preferidas; lo confirma el Estudio Houzz sobre tendencias en cocinas en España 2018, que concluye que un 43 % de los encuestados abrió su cocina al salón-comedor y un 37 %, al exterior.

¿Qué ventajas tiene la cocina abierta al salón?

Con las cocinas abiertas al salón se consigue riqueza espacial y un espacio donde la familia y los amigos comparten, conversan, cocinan y tapean. Así, da gusto quedarse en casa. Son muchos los estudios que reciben por parte del cliente la demanda de que en la cocina haya una isla para comer con amigos y familia.

 ¿Es necesario el comedor?

Llegados a este punto, el comedor como habitación aislada y reservada para ocasiones es raro que se mantenga. Ahora se concibe más como un complemento de la cocina. Por eso también se plantea como un espacio multifuncional: comer, hacer deberes, trabajar, jugar… Es ideal acompañarlo de una librería, bancadas con cojines o una estufa a leña.

¿Cuál es la distribución ideal de una cocina – comedor?

Conviene ubicar la cocina en un extremo, con luz natural y ventilación directas. Además, como no hay que olvidar que a la cocina entran alimentos desde la calle y también se realiza el camino inverso con la basura, es mejor que estas circulaciones no atraviesen la zona de estar.

¿Qué tipos de distribución pueden funcionar en una casa?

Distribución en hilera. Ideal en espacios rectangulares; perfecta, si se desarrolla a lo largo de un lateral con ventanas, para que cada zona disfrute de luz natural directa. Si esta opción no es posible, ubica junto a la ventana el estar, dejando la cocina en el otro extremo. Con una isla o una península puedes compensar esta situación, trabajando del lado que mira a la ventana.

Distribución lineal. Es una variante de la distribución en hilera pero dispuesta sobre uno de los laterales más largos del ambiente. Es ideal para concentrar en esa pared todo el equipamiento necesario, tanto para la cocina, como para el comedor y el estar. Se diseña con distintos tipos de módulos adaptados a cada necesidad; como se hace en un mismo material, queda menos pesado que colocar varios muebles separados, lo que también te permite aprovechar el espacio al milímetro.

¿Dónde pongo la mesa?

Si tienes una isla, puedes usar el mismo plano de la encimera para aprovechar mejor el espacio de trabajo por los cuatro lados. Calcula que cada comensal necesitará un espacio de 60 cm de largo por 30 cm de ancho para comer. Con la mesa cerca de la isla tienes la ventaja es que, al tener una altura más baja, resulta más cómoda para los mayores y los niños.

La mesa independiente se puede adoptar como único espacio de comidas o como complemento de la isla. Para elegir su tamaño siempre prima el espacio disponible, porque de lo contrario cargaría mucho la habitación. Si la colocas como fuelle entre la cocina y el estar, compacta el espacio con una mesa redonda con posibilidad de extensión y con una rectangular con bancada en alguno de los lados.

¿Qué iluminación me conviene?

La mesa siempre debe iluminarse de forma puntual. La luz se debe distribuir en todo el largo de la tapa y ubicar a 60-70 cm del plano. Como recomendación importante, elige la misma temperatura de color para todo el espacio.

Fuente del texto: Houzz